Saludos para todos los carpetanos de Carabanchel
El geógrafo griego Estrabón denominó a las tribus celtas que hace 2000 años vivían en Madrid como Karpetanoi.
Ahora los nuevos carpetanos de Carabanchel nos aproximamos a la lengua y a la cultura de la antigua Grecia.
En la imagen superior izquierda vemos el único objeto de cerámica griega encontrado en la Comunidad de Madrid (apareció en el poblado carpetano de La Gavia, a sólo 9 km. de la Puerta del Sol), del siglo III a.C.
Ahora los nuevos carpetanos de Carabanchel nos aproximamos a la lengua y a la cultura de la antigua Grecia.
En la imagen superior izquierda vemos el único objeto de cerámica griega encontrado en la Comunidad de Madrid (apareció en el poblado carpetano de La Gavia, a sólo 9 km. de la Puerta del Sol), del siglo III a.C.
viernes, 30 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
miércoles, 28 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
La copa de Aison (1º Griego)
COMENTARIO SOBRE LA COPA DE AISON
Hacia el 420
a.C. un artista ático, Aison, decoró una copa de gran tamaño con las hazañas
del héroe Teseo. Esta copa, una de las piezas más excepcionales que componen la
colección de vasos griegos del Museo Arqueológico Nacional, nos introduce en un
ambiente histórico y artístico, en un universo mítico y religioso, innovador y
a la vez respetuoso de la tradición, enormemente rico y sugerente. Atenas
vive el momento inmediatamente posterior al gobierno de Pericles, pero también
la Atenas que sufre las primeras consecuencias de la Guerra del Peloponeso.
El tema
unitario de la copa es el de las hazañas de Teseo, la exaltación del gran héroe
ateniense, educado en la palestra y en las virtudes de la democracia, prototipo
de paideia —de la educación— del
joven ateniense de época clásica. También es un héroe liberador de la
colectividad y del individuo, un invicto pacificador de los caminos y,
finalmente, del acceso al reino del laberinto, donde acecha la muerte, el lugar
del que nunca se retorna. El mito, que ha sufrido una continua manipulación
política desde la época de la tiranía, se utiliza ahora, en los momentos
finales del esplendor del imperio ateniense, para acentuar la función modélica
e imperialista de Atenas.
En
el medallón central de la copa aparece el triunfo de Teseo sobre el Minotauro.
Es el medallón el lugar más importante del vaso, pues actúa al modo de una
conclusión. Aparece aquí Teseo exaltado visualmente por el pintor y resaltado
iconológicamente en su función de salvador. Hay una alta dosis de teatralidad
en este Teseo que surge, como en una aparición, del interior del laberinto para
mostrarnos su hazaña. No le basta con haber dado muerte al monstruo: es preciso
salir y enseñárselo a los hombres.
Se ha sugerido
que el edificio porticado que simboliza el palacio de Minos puede reflejar el
espíritu constructivo — ahora con el predominio cada vez mayor del orden jónico
— que vive la Atenas postpericlea. Pero si no se pueden negar estos influjos,
debe en cambio quedar claro que el pintor opera libremente sin que en ningún
momento le condicione un modelo estrictamente real que aquí se copie. Los tres
escalones, que deberían corresponder a la plataforma del templo aparecen
paradójicamente detrás, como escalones del palacio. El pintor lo modifica para
indicarnos el camino hacia el fondo y para acentuarnos la profundidad visual.
La atenta
presencia de Atenea —con un casco de piel de escamas, y una coraza como la
égida, la piel de cabra con serpientes— se adecúa bien al contemporáneo pensamiento
clásico de la pólis ateniense. Su
callada función de testigo en el momento decisivo alude al diálogo de los
dioses y la ciudad, especialmente armónico en nuestro caso con el ambiente
espiritual de los años en torno a la Paz de Nicias, y subraya el valor de Teseo
como estricto cumplidor de los nómoi,
de los deberes para con los dioses y para con los conciudadanos.
Tal vez es éste, en definitiva, el último
mensaje moralizante del medallón de la copa de Aison, la exaltación visual de
un héroe modelo para el ciudadano que recibe el reconocimiento final, tras la
culminación de sus hazañas, de la misma diosa que da nombre a la pólis ática, Atenea.
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